MILFORD SOUND, S. Island

Quien crea que la visita a Milford Sound se reduce a un paseo en barco de apenas dos horas se equivoca, el conjunto de la experiencia empieza en Te Anau cuando sales del pueblo por una carretera que a lo largo de lagos, montañas, barrancos y túneles te llevara hasta el punto donde cogerás el barquito que te llevara por el fiordo. Y todavía te quedara la vuelta en durante la cual el paisaje que has visto mientras venias, cambiara, no se si por la hora y la luz, por el clima o por la perspectiva de las montañas que te descubrirán la cara que antes solo has visto por el retrovisor.


Tras dejar el lago que baña el pueblo, cruzas un valle enorme y un poco después te sumerges en un bosque frondoso que te llevara hasta un nuevo lago, entre los arboles un cartel anuncia que estas a la misma distancia del polo sur que del ecuador.

Cuando sales de la zona de los arboles la carretera empieza a subir rápidamente dando paso a un paisaje de alta montaña. Cataratas ruidosas llenas de agua a la izquierda, pequeños hilos de agua que caen desde salientes en la roca a mano derecha. Hay picos nevados con lenguas cubiertas de nieve que llegan hasta el arcén. Un mirador al borde de un precipicio te deja disfrutar de la vista, y aunque hace frío y el viento es helado no tienes prisa por continuar viendo el panorama. Un ruido y miras entre los arboles, de un salto una especie de gran loro verde salta a el mirador y se pone a dar vueltas mientras grita con su enorme pico, es un loro alpino llamado Kea.

Al rato aparece otro y otro mas, hemos leído que tienen por afición dañar las cosas ajenas así que nos metemos en el coche y seguimos.

Cruzamos un larguisimo túnel en el que parece que no pasan dos vehículos a la vez hasta que nos cruzamos con un autobús y se para dejándonos la responsabilidad de limar por un lado el techo del túnel y por otro su retrovisor. Un capullo.
A la salida del túnel el espectáculo es aun mayor aparece el Mitre Peak , uno de los picos mas altos de la zona y la montaña mas alta que cae directamente sobre el mar.
Aparcamos y nos acercamos a la terminal de barcos, aun en temporada bajísima, un montón de autobuses de tours llegados desde todas partes de la isla hacen fila para recoger a los pasajeros y continuar su camino.


El barco, que es el ultimo día va casi lleno y nos dedicamos a recorrer el fiordo hasta mar abierto pasando por unas cuantas cataratas, una de ellas cae sin tocar la roca hasta el mar y ducha a los que van delante del barco cuando nos arrimamos mas de la cuenta, pasamos junto a la pared que inicia el Mitre Peak ,doblamos unas cuantas curvas y salimos a la entrada de Milford, aunque el mar esta agitado, el barco se comporta bien y volvemos al refugio del fiordo sin demasiado movimiento. Cuando estamos visitando una bahía que quedaba oculta por un saliente de tierra a la ida, un grupo de enormes delfines se pone a nuestro lado y se dedica a jugar sumergiéndose y saltando junto al barco, tras esta agradable sorpresa damos un nuevo vistazo a las cataratas y nos despedimos de esta maravilla de la naturaleza.





En el camino de vuelta paramos unas cuantas veces para disfrutar de diferentes miradores y en uno de ellos tras una mínima caminata llegamos a una garganta en la que el agua cae vertical rebotando contra las rocas y haciendo un ruido exagerado. Tras pasar el túnel un nuevo encuentro con las Keas, tocamos un poco la nieve, nos maravillamos con la vista de las montañas y de como envuelven el camino y cruzamos de nuevo el valle que nos sacara del parque.






Después de terminar el día, revisamos las fotos e intento seleccionar cuales son las que mejor representan lo que hemos vivido y no soy capaz. Por muchas fotos que colgáramos no haríamos justicia, pero al menos espero que estas elegidas al azar os gusten.

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