BATON ROUGE, LA

Entramos en la ciudad sin saber muy bien con que nos íbamos a encontrar.

El ser la capital de un estado en los USA no es indicativo de nada, en muchos casos esquivan lo mas evidente y hacen su capital a una ciudad anónima que solo destaca por sus edificios gubernamentales.
Sin embargo Baton Rouge aparte de un nombre muy chulo es una ciudad ultra recomendable que destaca mas por su carácter universitario que por ser la capital de Louisiana.


El centro, como la mayoría de los Downtown, es una zona poblada por oficina y edificios públicos con amplias calles. Tiene unos cuantos puntos interesantes para admirar como el Louisiana State Capitol, la antigua y la nueva mansión del Gobernador, o el Shaw Center of the Arts, un museo con un bar con terraza en la cubierta que ofrece unas vistas espectaculares de la puesta de sol sobre el río.



En Baton Rouge nos damos cuenta una vez mas de la importancia de la presencia del mar o de al menos un río de caudal importante para la estética de una ciudad.
En el Riverfront es donde Baton Rouge despliega sus encantos, un larguísimo paseo al borde del agua permite pasear o hacer deporte en un escenario estupendo. Un acorazado anclado en la orilla y un par de enormes barcos de palas que hoy ejercen de casinos junto a un Pier muy moderno ayudan a decorar las vistas. Aunque lo que destaca por encima de todo es el puente que da acceso a la ciudad.

Salimos del centro Baton Rouge y se convierte en una ciudad anónima con enormes carreteras con centros comerciales a ambos lados de las mismas. También cruzamos un barrio con pinta de no ser destino turístico, muchos homeless se arremolinan en la puertas de las tiendas con botellas escondidas en bolsas de papel.
Alrededor de las gasolineras chavales con mala pinta se apoyan en los coches siguiéndonos con la mirada mientras pasamos. Unos cuantos locales de comida que no pertenecen a ninguna cadena nos indican que estamos atravesando una zona que no es ni especialmente transitada ni tiene entre sus vecinos a sus clientes objetivo.

Es ya de noche, no hay demasiadas luces y nos cuesta un tiempo darnos cuenta de que hemos abandonado esa zona después de conducir largo rato, pero empezamos a ver grandes espacios y mucho césped. Edificios enormes y con pinta elegante abundan a los lados, en alguno de ellos leemos letras griegas en las fachadas y suponemos que son fraternidades. Debemos estar ya en nuestro destino: el otro Baton Rouge, el que forma el enorme campus de la Louisiana State University, la omnipresente LSU.

Por todo Louisiana te aburrirás de ver gente vestida con ropa morada y amarilla, desde gorras hasta faldas y  por supuesto camisetas y sudaderas.


Los habitantes del estado están muy orgullosos de su universidad, por su prestigio académico y sobre todo por su equipo de Fútbol Americano. Lleva unas cuantas temporadas haciéndolo muy bien, sin ir mas lejos esta temporada gano todos los partidos, y la gente esta absolutamente volcada. Lo del deporte universitario en EEUU es de otra galaxia, como hemos podido comprobar en nuestros viajes, muchas veces tiene mas espectadores que el profesional y la obsesión con ellos es exagerada.
Dormimos en un hotel en mitad del Campus aprovechando los precios regalados por estar fuera de los días de clase y así poder visitar la zona al día siguiente.

Cuando despertamos, con la luz nos hacemos un poco mas a la idea del tamaño de la zona universitaria: es enorme. Hay decenas o cientos de edificios de todos los tamaños, para las clases, para las practicas, como residencias e incluso como fraternidades. Dentro de la misma zona hay un estadio enorme que puede albergar mas de 90.000 espectadores  y que los LSU Tigers llenan muy a menudo.



Para hacernos una idea de la importancia de los Tigres para la universidad, esta cuenta con un espacio en el que se aloja Mike el tigre (si, un tigre autentico) que sirve de mascota a la universidad. Unbelievable !!!
Después de pasear por los perfectamente cuidados espacios verdes que cubren todo el campus nos acercamos a la zona del lago donde la gente aprovecha para practicar deporte.


Enseguida nos damos cuenta de que algo sucede, en las orillas hay bastante gente con cámaras que miran hacia el centro de uno de los lagos. Entre la niebla que todavía no ha acabado de levantar aparecen cientos de pelicanos blancos que se dedican a nadar por el agua, muchos en parejas y otros en grupo. Es todo un espectáculo ver como juegan y elevan el vuelo para planear con sus enormes alas que tienen hasta tres metros de envergadura y volver a ocupar una nueva posición.
Los habitantes habituales del lago, patos y ocas no parecen estar muy contentos ni con el jaleo ni con que nadie les haga demasiado caso, pero se resignan sabiendo que esto no pasa todos los años y que en unos días esos enormes pelicanos se irán y continuaran con su migración hacia su destino en las playas del golfo de México.


















No quiero olvidarme de mencionar a ese señor que hablaba muy, muy rápido pero que nos atendió estupendamente en el centro de atracción y turismo de Baton Rouge e incluso nos regalo un Cd con música tocada por artistas locales. Sin el no hubiésemos encontrado el chollo de hotel donde desperté en mi cumpleaños y sin el no hubiéramos visto esa puesta de sol desde ese mirador tan increíble. Gente así hace mucho bien a una ciudad, encontrar a alguien que se entusiasme con su trabajo, que este orgullosa de su ciudad y lo transmita no es habitual, se merecía esta mención.


INTERSTATE 10, LA

La Interstate 10 es la carretera que nos llevo de vuelta a New Orleans desde Lafayette.


Lafayette en contra de lo que su exhuberarante nombre sugiere, es una ciudad bastante sosa, paseando por la ciudad solo destacan la colección de murales que adornan sus calles, pero hacia las cinco de la tarde que es la hora a la que llegamos todo esta triste y desierto.



Nuestra siguiente parada es en Breaux Bridge, la capital mundial del Crawfish, mas comúnmente conocido como el cangrejo de río.
La entrada no es que sea triunfal, una monumental jaqueca me hace parar el coche en el parking de un supermercado. Apenas puedo pensar y menos conducir, así que un chute y un rato de sueño es lo único que funciona. Mi pinta no debe ser muy buena, ya que varias personas se ofrecen a ayudarnos, deben pensar que soy un borracho. Leaving Las Vegas.
Una vez recuperado disfrutamos del primer pueblo-pueblo que vemos en mucho tiempo, tiendas, restaurantes, cafés... y casi todo abierto !! Toda una novedad.


Entramos en uno con una pinta muy curiosa llamado Cafe Des Amis y me abalanzo sobre un Crawfish Etouffee que esta impresionante a pesar de que el picante me hace saltar las lágrimas. Parece increíble que una hora antes estuviese K.O.




Seguimos conduciendo hacia el Este por encima de los pantanos literalmente, un enorme tramo de carretera elevada para evitar el agua. El paisaje es espectacular y aunque esta prohibido detenerse, desde la carretera se puede disfrutar de la vista de cientos de arboles creciendo en el agua. Precioso.  



Antes de llegar a la capital del Estado bajamos hacia Plaquemine, un pueblo con bastante valor histórico pero que ahora esta igual de vacio que la mayoría de los pueblos que ya hemos visitado. Eso si, hay que reconocer que tiene unas cuantas peculiaridades como una especie de canal con estación incluida para controlar la navegación, una enorme iglesia católica y unas vías de tren que recorren una de las calles principales del pueblo a escasos metros de los pocos comercios que quedan abiertos. Parece peligroso pero la gente que ya esta acostumbrada ni lo mira cuando pasa pitando por delante de nuestras narices.



Al dia siguiente ntramos de lleno en Plantation Country, y decidimos dejar a un lado la autopista para recorrer carreteras secundarias que se dedican a jugar cruzando una y otra vez sobre los enormes puentes que sobrevuelan el río Mississippi, y que nos permitiran admirar el paisaje mas tranquilos.












A lo largo de este camino hay muchísimas plantaciones que se pueden visitar, elegimos Houmas House ya que es la que nos recomendó el responsable de turismo en Baton Rouge, y que además de tener una impresionante mansión destaca por sus enormes y espectaculares jardines.







La visita lleva un par de horas en total en las que recorremos primero los jardines y luego cada una de las habitaciones de la casa, aprendiendo un poco sobre la vida de los propietarios. En un momento dado, la guia que va vestida con un coqueto atuendo muy, muy sureño nos cuenta que allí rodaron la película Hush Hush Sweet Charlotte, un clásico de Bette Davis y a continuación nos enseñas un par de habitaciones que dan muy mal rollo, en una de ellas incluso encontramos unos monos venidos de otro tiempo y utensilios para combatir a los vampiros O.o







Continuamos nuestro camino en todo momento paralelos al río y pasamos delante de varias plantaciones con sus enormes mansiones, sus inmensos campos de caña de azucar, destacan entre ellas una llamada Laura y otra conocida como Oak Alley donde en la parte trasera de la casa hay decenas de robles en perfecta linea recta que dibujan el camino hasta la misma desde la carretera



Durante el recorrido vemos que en la mayoría de los puntos, la carretera esta apartada del río por una zona elevada de tierra, suponemos que para evitar las crecidas del salvaje Mississippi. En lo alto de esta zona de tierra vemos una especie de maderas quemadas, en algunos casos hay kilómetros entre ellas pero en otros apenas unos metros, en principio no tenemos ni idea de lo que son, pero a la noche revisando una de las guias de la zona descubrimos que efectivamente son hogueras y que se encienden para guiar a Papa Noel en la noche del 24 de Diciembre hacia su destino y que así pueda entregar los regalos.

Con menos regalos pero con el mismo camino, nos dejamos guiar por el rio hasta que casas y locales de negocios ocupan el lugar que hasta ahora han ocupado las fabricas y los campos de cultivo. Parece que estamos llegando a New Orleans.

CAJUN COUNTRY, LOUISIANA



Que mejor manera de empezar el viaje que perdiéndonos para acabar cruzando el río Mississippi?

Si algo nos ha quedado claro en esta visita a los USA, es que todo lo que se esfuerzan para que sea sencillo desplazarse por las principales carreteras (Lo consiguen), no lo hacen para las secundarias.
Nuestro propósito era dejarnos llevar por el camino y pasar unos días por Cajun Country hasta que llegara Noche Vieja, que teníamos planeado pasar en New Orleans, pero después de visitar la zona me quedo claro que lo que no podíamos era hacerlo de otra manera. Esta zona solo se puede visitar así, siguiendo pequeñas carreteras a veces a medio asfaltar que transcurren en paralelo a los ríos, con puentes cada cierta distancia para poder llegar a las casas, sin carteles identificando por donde vas, sin señales que digan hacia donde vas...


Otra de las cosas que debes tener claras es que vas a estar solo, puede que la época haya tenido que ver, pero en cada uno de los parques que visitamos eramos los únicos que estábamos allí. Tras aparcar el coche empezábamos a pasear por los senderos flanqueados por arboles frondosos y pantanos sin nadie a la vista, aunque puede ser muy relajante, esto también puede puede ponerte un poco nervioso, cada ruido entre la maleza te produce un respingo, cada chapoteo en el agua cercana al camino te pone un poco mas alerta, sobre todo después de ver los paneles en los que dejan clara la presencia de abundantes cocodrilos en el Bayou.
Y sin embargo la presencia de estos animales no es ni la mitad de intrigante que esa camioneta vieja con mantas sucias y escopetas, aparcada junto a tu coche cuando decides volver. Nadie a la vista, nadie con el que te hayas cruzado por el único camino transitable, nadie.....


Hasta llegar a la ciudad llamada Morgan City no nos encontramos con nada que merezca ese nombre, solo un puñado de pueblos con los comercios cerrados y las calles desiertas que cruzas de punta a punta antes de darte cuenta.
A pesar de tener poco mas de 12000 personas, la importante zona comercial a las afueras delata que se trata de un núcleo importante, probablemente debido a su proximidad al rió y a contar con un puerto relativamente importante.

El resto del camino hasta llegar a Lafayette es un destino paradisiaco para los amantes de la naturaleza y especialmente de las aves. Millas y millas de carreteras con apenas unas cuantas casas. En todo momento el agua nos acompaña y cerca de la orilla puedes ver todos los pajaros acuáticos que puedas imaginar.

Aprovechamos para asomarnos al golfo de Mexico y visitamos el Cypremont State Park, un pequeño espacio ajardinado con acceso a la playa, que en verano seguramente estará muy solicitado pero durante nuestra visita somos practicamente los únicos en la zona. En la carretera que lleva a este parque vemos un montón de viviendas que tienen una característica en común, todas están elevadas sobre una especie de zancos, suponemos que sera para evitar las continuas inundaciones en la zona. Algunas de las familias incluso tienen enormes autobuses adaptados para alejarse y alojarse en ellos durante el tiempo que la zona este cubierta de agua




Salimos de la costa y visitamos New Iberia, es un buen sitio para pasear y disfrutar con las fachadas de las enormes mansiones señoriales que ocupan su calle principal. Aparte de eso, de pasear, poco mas puedes hacer en este tipo de pueblos, Plaquemine, New Iberia, St. Martinville.... todos tienen algo en común, esta sufriendo el progresivo abandono de sus habitantes. Por sus calles no se ve gente joven, solo parejas de ancianos que no han tenido fuerzas o ganas de irse y dejar su pueblo atrás. Los comercios están cerrados en su mayoría, las calles están desiertas y una capa de polvo cubre los escaparates. Si te acercas lo suficiente al cristal y miras en su interior podrás adivinar como era antes la vida por allí: grandes pastelerías, tiendas con cientos de trajes de fiesta, ferreterías con baldas aun llenas de herramientas. Todo abandonado, esperando a que en el mejor de los casos alguien se anime a arrancar el negocio de nuevo. Algo que no pasara.







Porque EEUU esta cambiando y poco después lo hará el resto del mundo, cada año que pasa el centro de las ciudades esta mas y mas abandonado. Los comerciantes van abandonando los locales a la vez que los habitantes van buscando casa en la periferia de las ciudades. Allí es donde las tiendas se agrupan en pequeños núcleos con aparcamiento que hacen tremendamente sencillo el dejar el coche y en dos minutos volver a montarte con tu objetivo conseguido. A menudo no es necesario ni bajar del coche, comida, medicinas, retiradas de efectivo, todo es posible sin tener que apagar el motor. Y después esta Internet, y la venta telefónica por catalogo, y....

Aprovechamos que encontramos a las afueras de New Iberia un clásico Diner Americano abierto para reponer fuerzas. Un Po'Boy, que es una especie de bocadillo vegetal con pan blando y rellenos que van del pescado a el cangrejo típico de la zona y un enorme Chocolat Milkshake nos endulzan la tarde, sobre todo el batido que dado su tamaño nos lo tienen que poner para llevar.






MANSIONES, PUENTES Y COLLARES: THE SOUTH


Visitar el Deep Fried South de los USA es toda una experiencia. Mississippi, Louisiana y Alabama están entre los 10 estados mas pobres de todo EEUU, pero de alguna manera siguen teniendo el encanto y la elegancia de cuando eran lo mas.

Todo esto queda claro explicando que es una tierra de contrastes.
Vagabundeando por sus carreteras podrás ver las MANSIONES mas elegantes a pocos metros de casas a medio derribar, y en muchos casos las dos están habitadas por familias que hace unos años no eran tan distintas pero que tras una mala racha y un par de huracanes ahora están en una situación muy diferente.







También encontraras grandes diferencias en los paisajes: pantanos llenos de vida en Louisiana, playas de arena blanca en Alabama y verdes colinas cubiertas de niebla en Mississipi.





Si tienen algo en común es el agua que esta por todas partes, en el mar que cubre el golfo de Mexico y baña el sur de Alabama, o en el enorme Rio Mississippi con sus mil PUENTES, cruza de norte a sur todo el estado al que da nombre para acabar desembocando en New Orleans después de inundar toda la tierra que se acerca a sus orillas.


Si hablamos de New Orleans, hablamos de esa ciudad que parece fuera de lugar en un estado como Louisiana, rompiendo con la media de edad del estado, rompiendo con la media de la densidad de población y sobre todo compensando con su alegría y desinhibición en la búsqueda de COLLARES, la tristeza que se respira por todos sus pueblos vecinos.



Así que si, ha sido un viaje de contrastes y hemos visto un poco de todo. Os lo iré contando