INTERSTATE 10, LA

La Interstate 10 es la carretera que nos llevo de vuelta a New Orleans desde Lafayette.


Lafayette en contra de lo que su exhuberarante nombre sugiere, es una ciudad bastante sosa, paseando por la ciudad solo destacan la colección de murales que adornan sus calles, pero hacia las cinco de la tarde que es la hora a la que llegamos todo esta triste y desierto.



Nuestra siguiente parada es en Breaux Bridge, la capital mundial del Crawfish, mas comúnmente conocido como el cangrejo de río.
La entrada no es que sea triunfal, una monumental jaqueca me hace parar el coche en el parking de un supermercado. Apenas puedo pensar y menos conducir, así que un chute y un rato de sueño es lo único que funciona. Mi pinta no debe ser muy buena, ya que varias personas se ofrecen a ayudarnos, deben pensar que soy un borracho. Leaving Las Vegas.
Una vez recuperado disfrutamos del primer pueblo-pueblo que vemos en mucho tiempo, tiendas, restaurantes, cafés... y casi todo abierto !! Toda una novedad.


Entramos en uno con una pinta muy curiosa llamado Cafe Des Amis y me abalanzo sobre un Crawfish Etouffee que esta impresionante a pesar de que el picante me hace saltar las lágrimas. Parece increíble que una hora antes estuviese K.O.




Seguimos conduciendo hacia el Este por encima de los pantanos literalmente, un enorme tramo de carretera elevada para evitar el agua. El paisaje es espectacular y aunque esta prohibido detenerse, desde la carretera se puede disfrutar de la vista de cientos de arboles creciendo en el agua. Precioso.  



Antes de llegar a la capital del Estado bajamos hacia Plaquemine, un pueblo con bastante valor histórico pero que ahora esta igual de vacio que la mayoría de los pueblos que ya hemos visitado. Eso si, hay que reconocer que tiene unas cuantas peculiaridades como una especie de canal con estación incluida para controlar la navegación, una enorme iglesia católica y unas vías de tren que recorren una de las calles principales del pueblo a escasos metros de los pocos comercios que quedan abiertos. Parece peligroso pero la gente que ya esta acostumbrada ni lo mira cuando pasa pitando por delante de nuestras narices.



Al dia siguiente ntramos de lleno en Plantation Country, y decidimos dejar a un lado la autopista para recorrer carreteras secundarias que se dedican a jugar cruzando una y otra vez sobre los enormes puentes que sobrevuelan el río Mississippi, y que nos permitiran admirar el paisaje mas tranquilos.












A lo largo de este camino hay muchísimas plantaciones que se pueden visitar, elegimos Houmas House ya que es la que nos recomendó el responsable de turismo en Baton Rouge, y que además de tener una impresionante mansión destaca por sus enormes y espectaculares jardines.







La visita lleva un par de horas en total en las que recorremos primero los jardines y luego cada una de las habitaciones de la casa, aprendiendo un poco sobre la vida de los propietarios. En un momento dado, la guia que va vestida con un coqueto atuendo muy, muy sureño nos cuenta que allí rodaron la película Hush Hush Sweet Charlotte, un clásico de Bette Davis y a continuación nos enseñas un par de habitaciones que dan muy mal rollo, en una de ellas incluso encontramos unos monos venidos de otro tiempo y utensilios para combatir a los vampiros O.o







Continuamos nuestro camino en todo momento paralelos al río y pasamos delante de varias plantaciones con sus enormes mansiones, sus inmensos campos de caña de azucar, destacan entre ellas una llamada Laura y otra conocida como Oak Alley donde en la parte trasera de la casa hay decenas de robles en perfecta linea recta que dibujan el camino hasta la misma desde la carretera



Durante el recorrido vemos que en la mayoría de los puntos, la carretera esta apartada del río por una zona elevada de tierra, suponemos que para evitar las crecidas del salvaje Mississippi. En lo alto de esta zona de tierra vemos una especie de maderas quemadas, en algunos casos hay kilómetros entre ellas pero en otros apenas unos metros, en principio no tenemos ni idea de lo que son, pero a la noche revisando una de las guias de la zona descubrimos que efectivamente son hogueras y que se encienden para guiar a Papa Noel en la noche del 24 de Diciembre hacia su destino y que así pueda entregar los regalos.

Con menos regalos pero con el mismo camino, nos dejamos guiar por el rio hasta que casas y locales de negocios ocupan el lugar que hasta ahora han ocupado las fabricas y los campos de cultivo. Parece que estamos llegando a New Orleans.

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