Por fin llego el día de nuestro décimo aniversario, diez años con la única persona posible, la única que ha sido capaz de disfrutar cada momento de cada viaje que hemos hecho juntos, sin ella mi vida tal y como es no seria posible. Así que aquellos que leáis esto y no tengáis pareja, hacer un esfuerzo y seguir buscando, si tenéis suerte encontrareis a esa persona que no tiene que ser vuestra alma gemela, solo alguien con suficientes cosas en común como para querer acompañaros cada dia.
Y por que cuento todo esto? porque de ninguna otra manera, ni con ninguna otra persona hubiese sido posible pasar la noche del aniversario paseando por Harlem, cenando en Harlem Bar-B-Q, disfrutar con las Amateur Nights del Apollo Theatre o acabar el día viajando en el Subway a través de todo Manhattan.
Pero empecemos por el principio, en nuestros días por NY estuvimos en Harlem algo así como TRES veces, un día fue una misa Gospel, otro un paseo bajo el paraguas y el tercero este que os cuento ahora.
Llegamos a media tarde y tras esquivar Gloria´s un sitio seguro que excelente pero mencionado en todas las guias con lo que eso conlleva, buscamos un sitio para cenar y elegimos Harlem Bar-B-Q, que habíamos visto anunciar en las papeleras del barrio y en alguna cafetería de la zona.
Entramos y estaba practicamente lleno, pero había algún sitio (primer acierto), el resto eran locales (segundo acierto) y si, con locales me refiero a familias y cuadrillas de afroamericanos deseosos de devorar costillas y las macrocopas que servían.
Como se puede observar en la foto las raciones eran brutales, la niña de la mesa de al lado nos hizo alguna broma sobre The Flyntstones, y no andaba desacertada, Pedro hubiese disfrutado con mi plato. La comida no fue especialmente buena, correcta sin mas, pero sin duda este local merece una visita.
Salimos de allí y cruzamos la calle bajo un pequeño chaparron, la hora y la zona del barrio hacia que alguno levantara la cabeza para mirarnos pasar curioso, pero ni siquiera nuestra carrera a través de la avenida, hizo que nadie nos dedicara un segundo extra de atención, cada uno estaba con sus cosas, unos haciendo compras para la cena en casa, otros a la puerta de una funeraria, esperando al resto de familiares para presentar sus respetos, y otros sentados en los escalones de una casa pegando un trago a una botella escondida en una bolsa de papel.
Tras eso llegamos al momento estelar, no habíamos tenido problemas para encontrar entradas un día antes, pero la sala se veía practicamente llena, nos sentamos cerca de una pareja tre´cool y una familia en la que el padre coronaba su negra calva con una gorra de Kangol.
En unos minutos empiezan las Amateur Nights que se celebran todos? los miércoles, y consiste en una especie de concurso en la que aficionados se presentan ante el publico con sus mejores artes intentando clasificarse y así optar al premio final de 10000 $, claro que ese publico tiene mucho que decir pudiendo brindar desde un aplauso hasta un enorme Boooo que no les permita terminar su actuación.
El Maestro de Ceremonias es un cómico local llamado Lee Capone al que adoraremos en unos minutos, pero antes de empezar las actuaciones, organiza un concurso de baile en el escenario con gente del publico, y suben un jubilado californiano tremendamente gracioso, un blanquito con poco ritmo y mucha jeta, una chica negra con un movimiento de caderas ideal para rodar vídeos de Snoop Dogg, y un chaval con la gorra de medio lado que en dos minutos nos deja con la boca abierta, con sus coreografías perfectas. Al final el publico animado por el chico de la gorra da el premio al jubilado y a la chica, todo de muy buen rollo.
Luego empieza la fiesta, primero los niños a los que nos pide que si no queremos no aplaudamos pero que por favor no abucheemos, que ya habrá tiempo después, una chavala que canta musicales impresionante, un chaval venido desde Tennessee que no nos dice nada, y una niñita riquisima pero con una voz que taladra el oído, alguna puya para los padres de la niña y siguiente acto.
El resto entre buenos e impresionantes, una chavala muy guapa cantando Blues, muy aplaudida por los hombres como señala Capone, un par de mujeres negras cantando Soul muy muy bien y un hombre negro también, que nos levanta del asiento cantando una canción espiritual y que saca a algunos a bailar al pasillo de las butacas. Gana este ultimo y Capone les felicita entre bromas sobre la elección de la canción del hombre y las costumbre en las iglesias de los católicos, protestantes, latinos etc... un monologo preparado y desternillante.
Nos vamos y las manos nos duelen de tanto aplaudir, es imposible para mi transmitir con palabras lo bien que lo pasamos y lo recomendable que es, pero os aseguro que a partir de ahora cada vez que alguien vaya a NYC me empeñare en machacarle con que haga un hueco para estas noches mágicas del Apollo y cuando vuelva si me ha hecho caso sera un converso mas.
A propósito, el Apollo Theater es una vista señalada por todos los grandes que han actuado aquí desde James Brown hasta Lauryn Hill, pasando por los Jackson Five y además un teatro precioso con una marquesina mítica.... os he convencido ya? No, pues aqui teneis una muestra: