Ahora que nos conocemos, entiendo de que hablaba la gente. New York, tienes vida, eres intensa y vibrante, puedes llegar a saturar con tus continuos sonidos y olores, pero también puedes enamorar a cualquiera con un guiño, dejando entrever que dentro de ti esta todo y están todos.
Cualquiera que quiera buscar a su persona ideal, no tiene mas que darse una vuelta por aquí y se dará cuenta de que NY es como un escaparate, una especie de arca de Noe de la raza humana, en la que se han reunido no solo todas las razas, sino todo tipo de personas, y ahí es donde reside su encanto, en la diversidad, en los cambios, una sola parada de Metro, o un paseo una manzana mas allá te permite pasar de un universo a otro. A veces ni siquiera es necesario moverse, basta con permanecer quieto un rato y en un mismo punto convergeran con apenas unos minutos de diferencia esos dos universos.
Los edificios, los parques, las luces o incluso ese multifotografiado puente de Brooklyn son preciosos pero ya los traes en tu mente cuando bajas del avión, lo que se grabara en el recuerdo es lo demás, el saber que aquí todo esta al alcance de tu mano, que todo es posible en NYC.... y sin embargo ya desde hoy se que lo nuestro es imposible, por mucho que me gustes, jamas podre vivir aquí, por muchos motivos, por el precio de las viviendas o los alquileres, por la Green Card.... Pero el principal es que no puedo permitirme amarte, pides demasiado de mi, y no puedo dártelo, ya no. Quizás hace algún tiempo, me hubieras robado la razón, pero ahora ya he viajado mucho y no podría serte fiel, así que porque no lo dejamos así, nos hemos gustado, y aunque quizás estemos hechos el uno para el otro, estamos mejor separados, por mucho que duela.
No descarto el volver a visitarte, pero como ya dije en una semana me has hecho envejecer un año y no puedo pagar ese precio, ya no.
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