Opera Hedeland Parte 2, Dinamarca

No contábamos con la lluvia. Bueno, con la lluvia si. Pero no con la combinación de lluvia y un espectáculo en el que los cantantes despliegan su arte a la intemperie. Según nos acercábamos en el autobús al recinto, la lluvia que llevaba toda la tarde amenazando empezó a caer, no era un diluvio pero si lo suficiente como para que nos preocupase.


Cuando llegamos al sitio era todo lo que prometían, un escenario con forma de anfiteatro recortado en el césped en mitad de la nada. Era un parque creado durante la ultima era glacial al borde de un lago en el que en la única colina a la vista aparecía un remonte de esquí que supongo aprovechan durante la temporada de nieve.


Cruzamos la entrada y nos dieron un par de botellas de vino en una bolsa con un par de copas. Curioso, verdad?
Ya había un montón de gente sentada en mesas o en el suelo probando el vino y algo de comida que vendían en unos pequeños puestos o que ellos mismos habían llevado en cestas de pic-nic.

Para completar la escena unos cuantos niños se dedicaban a vender cojines, mantas y ponchos que ayudaran a pasar la velada de Opera, si, de Opera !! Todo muy marciano.








Llegamos a nuestro sitio en medio de las tres mil personas que llenarían el recinto y nos sentamos en unas sillas de playa bajitas pero bastante cómodas. Aunque estábamos un poco lejos se veía muy bien el escenario que estaba cubierto con toneladas de grava y un árbol japones gigante en la mitad. Un poco mas lejos estaba el cobertizo donde se situaban los músicos que ya empezaban a calentar los instrumentos.




Faltaban pocos minutos para que empezara la función y empezó a llover de verdad, no un corto sirimiri, fue una tromba de agua acompañada de rayos y viento. Pero no se movió nadie, claro que tampoco había a donde ir.




Nos cubrimos con los ponchos y aguantamos estoicamente hasta que paro. Poco después salieron los cantantes a escena y fue casi mágico. Tras la lluvia todo estaba listo para disfrutar de Madame Butterfly y para cuando acabo el aria durante el que apareció el séquito que acompañaba al personaje principal por detrás del publico y bajaba por las escaleras todo el mundo ya estaba aplaudiendo entusiasmado.
Ojala el tiempo hubiese acompañado pero no fue así, durante el segundo acto volvió a llover y los artistas siguieron con el show como si no lo notaran, a un nivel excelente, al menos a mi parecer. Debían de estar el doble de incómodos de lo que estábamos los espectadores, a esas alturas encogidos por el frió y con la ropa húmeda por la lluvia. Lo de esa noche fue para premiarles.








A pesar de sus casi tres horas fue muy especial y entretenido, con un coche apareciendo en escena, un helicóptero DE VERDAD sobrevolando el escenario para devolver a Pinkerton a Japón con su en teoría amada, el aria "Un Bel Di" que pone los pelos de punta y un final dramático y emocionante que puso a la gente en pie para ovacionar la sufrida y brillante labor de todos los que habían participado en la representación.

Aquí  dejo un par de vídeos, el segundo es un extracto de "Un Bel Di":








Opera Hedeland Parte 1, Dinamarca

De alguna manera mi patrón a la hora de viajar esta llevando el camino inverso a lo que yo creo que es mas habitual. En mi caso, cuanto mas viajo menos me gusta saber lo que me espera y mas me gusta ir descubriendo cosas casi por azar.

En la ultima escapada a Copenhague vimos un anuncio de Opera Hedeland que solo daba tres funciones anuales y que coincidía con nuestra visita. No dudamos demasiado y compramos los billetes, solo sabíamos que la opera era Madame Butterfly y por lo poco que se de Opera me daba la sensación de que era bastante accesible y los pasajes que había escuchado me habían gustado bastante, así que todo pintaba bien.


Llego el día de la representación y pegamos un vistazo a la pagina de la Hedeland Opera para informarnos de como llegar, había un apunte sobre unos autobuses que salían del centro de la ciudad y que te llevaban hasta el recinto así que no nos preocupamos demasiado y nos acercamos al sitio con tiempo para encontrar el lugar. Y no fuimos capaces de hacerlo. Pasaban los minutos, dábamos vueltas y vueltas pero nada. Preguntábamos y nadie sabia nada, ni siquiera les sonaba el tema. Fuimos casi al trote hasta la oficina de Turismo, simpáticos, pero tampoco nada.

Solo quedaba buscarnos la vida: mapa, transporte publico y a la carrera. Afortunadamente estábamos cerca de la estación Central, así que fue bastante fácil conseguir billete hasta Høje Taastrup Station en un pueblo que estaba relativamente cerca del parque donde se celebraba la Opera situado a unos 35 Kilómetros de Copenhague. Una vez allí ya haríamos algo.

El trayecto fue casi media hora recorriendo bosques y pueblos pero prestamos poca atención al paisaje, la cosa no estaba del todo clara. Cuando bajamos en la estación estaba todo desierto, apenas cuatro personas que habían bajado del tren con nosotros.


Nos acercamos a una pareja mayor que tenían cara de despistados y les preguntamos si también iban a la opera y nos contestaron que si, así que unimos fuerzas para buscar como llegar. Los cuatro habíamos leído que desde el exterior de la estación iban a poner servicio de Bus pero no veíamos nada y el tiempo pasaba, rodeamos el edificio y dimos vueltas un poco tensos hasta que a lo lejos vimos un vehículo aparcado que resulto ser el nuestro. Todo iba camino de tener un final feliz.
Pero hasta que cante la gorda.....

København, Dinamarca

Tras pasar unos días por Copenhague entiendo perfectamente que Monocle la haya elegido como la numero uno dentro de las ciudades mas "vivibles" del mundo.

Tiene un tamaño estupendo en el que es fácil manejarse ya sea mediante el transporte publico que funciona estupendamente o mediante bicicleta que es como se mueve la mayor parte de la población.




Enormes zonas verdes y un centro de la ciudad en el que las callejuelas están delimitadas por edificios espectaculares hacen que sea una gozada pasear por la ciudad.
Si a eso le sumamos la gran oferta de restaurantes y cafés, el que haya un Museo en cada esquina y el que es una ciudad que al menos en apariencia es muy segura, tenemos un perfecto Combo que hace de Copenhague un destino ideal para una escapada o incluso un viaje mas largo si se combina con pequeñas excursiones a lo que ellos llaman el Greater Copenhage.


Supongo que como nada es perfecto habrá que buscarle un par de pegas a un sitio tan maravilloso y ahí la verdad es que también lo tenemos fácil: clima y nivel de vida.

Del clima, aun sabiendo que esto es el Norte de Europa, tengo que escribir desde el resentimiento ya que en una semana entera que estuvimos allí durante el mes de Agosto nos llovió todos los días, y no hablo de una tormenta. Me refiero a varios chaparrones cada día que de vez en cuando se convertían en ráfagas de agua acompañadas de un viento helado que obligaban a recoger toldos y terrazas. Mala suerte? Quizás, pero al que vaya en verano saber que le puede tocar esto supongo que le vendrá bien.

Lo del nivel de vida tampoco pillara por sorpresa a nadie pero es cierto que me ha dado sensación de ser mas caro que por ejemplo Estocolmo, eso si, hacer las cuentas es sencillo si utilizas la regla del x2, para imaginar lo que cuesta cada cosa piensa mas o menos lo que pagas en España y multiplica por dos. No te equivocaras demasiado.

Para superar la primera pega no hay nada como ir precavido con un buen paraguas y ropa para el frió aunque sea por si acaso. También esta bien mirar la previsión antes de salir y saber que cuando dicen que la sensación térmica es durilla es que lo va a ser.


Para la segunda si que tengo una pequeña ayuda y es la cOPENhagen Card. Es una tarjeta que en principio puede parecer un poco cara pero que si te organizas para exprimirla te ahorrara mucho dinero y tiempo para disfrutar de la ciudad, especialmente si sacas la de cinco días que tiene un precio estupendo.




La tarjeta da acceso a 75 museos o atracciones que incluyen por ejemplo el Tivoli, el nuevo Aquarium o los paseos en barca por los canales. También, y esto es muy importante puedes usar cualquier transporte en lo que antes he llamado el Greater Copenhage y hablamos de un radio de mas de 50 kilómetros desde la capital.

Para usarla en buses solo hay que enseñarla al montar. En metro o trenes mostrarla si te la piden, aparte de eso... a disfrutar y pensar que cada vez que te pegas un viaje te ahorras los 3€ del billete ordinario o los 12€ que te cuesta llegar por ejemplo a Roskilde.


Bien, o sea que hace mal tiempo, todo es caro y sin embargo la ponen en el numero uno? Si, porque es una ciudad en la que estarás orgulloso de vivir.
Tiene que estar bien ir por el mundo diciendo que eres de Copenhague, ademas probablemente seras guapo, tendrás estilo, hablaras perfectamente ingles y el resto del mundo te parecerá barato.