Round-trip por Alaska, gente estupenda, paisajes maravillosos y situaciones increíbles.
Pero siempre hay cosas que se te quedan grabadas a fuego.
Una de ellas es Kennicott:
Llegamos al Visitor Centre y nos dicen
que debemos dejar allí mismo el coche y cruzar el footbridge, tal y
como su nombre indica, a pie.
El coste del autobús y el parking es
de 25$.
Al otro lado del puente son recoge un
shuttle que tras cruzar McArthy, pueblo bohemio con una población
estable de menos de cincuenta personas, nos lleva unos 5 mi montaña
arriba hasta Kennicott.
El B&B esta genial, es un estudio
de unos 45m2 con unas vistas magnificas, lo que hace tiempo fue el
glaciar Kennicott.
La señora que nos lo enseña es maja
pero un poco extraña, y nos dice que el desayuno nos lo tenemos que
hacer nosotros, pues vale!
Es tarde y estamos cansados, pero aún
y todo salimos a dar un paseo para tener una idea de cómo es el
pueblo. Pequeño, pero bonito.
Aunque en 1980 Kennicott se convierte en
destino turístico, todavía hoy es considerada una ciudad
fantasma.
A la mañana siguiente, vamos a ver el
Ghost Town Tour (aprox.50$) y nos buscan como compañeros a una
pareja de jubiletas de Ohio.
El tour de dos horas y media, con casco
de minero incluido, y en este caso es necesario, consiste en un paseo
explicativo por el interior de los edificios (el molino, los
barracones, un deposito de trenes, las cabañas de los trabajadores y
la planta generadora de energía) que albergaron el prospero negocio
de las minas de cobre, su auge y caída, su explotación, de cómo consiguieron
llevar el tren, de la vida de los mineros y sus familias, y como
cuando ya dejó de ser rentable el 11 de Noviembre de 1938, se fueron
todos en el último tren, dejando atrás todo ya que era más costoso
trasladarlo que su propio valor.
Es increíble que después de tantos
años y del clima extremo de la zona, o igual es debido a ello, esté
todo tan bien conservado, además el que esté lejos de cualquier
otro pueblo ha evitado los saqueos, por lo que vemos mobiliario,
herramientas, utensilios, libros de contabilidad,… Eso sí, también
gracias a la labor de restauración del servicio de parques
naturales.
Nos comentan que el color de todos los
edificios del pueblo, un rojo característico muy bonito, se denomina
rojo Kennicott. ¿El motivo por el que fue elegido? Por ser el mas barato. Hoy en día es un color muy demandado en todo USA.
Una última explicación, y no por ello
menos interesante, es el hecho de que McArthy, el pueblo vecino, surgió como sitio para
el esparcimiento y diversión de los mineros con vino, mujeres y
canciones en cantinas, restaurantes, hoteles y salas de billar, ya
que en Kennicott no estaban permitidas las apuestas ni la bebida.
Posteriormente hacemos un trail por el sendero Old Mail un camino ascendente de 4
mi por la ladera de la montaña hasta las ruinas de un lugar donde el
mineral se cargaba en carros especiales y se bajaba hasta el molino
en tranvía.
Comemos en el Kennicott Glacier Lodge (www.kennicottlodge.com) que es menos lujoso y más barato de los que esperábamos.
Se acabó lo que se daba, corta
estancia pero intensa. Un bonito recuerdo.