SENCILLAMENTE UN LUJO: MANDARIN ORIENTAL, SINGAPORE

LUJO(Del lat. luxus)

Demasía en el adorno, en la pompa y en el regalo.
. Fastuosidad, ostentación, riqueza, opulencia, boato, abundancia, suntuosidad, pompa, fasto, postín.




Cuando pensamos en un hotel de lujo, habitualmente nos viene a la cabeza el señor con la librea que abre y cierra la puerta, el dorado en casi cualquier esquina, los muebles barrocos… o incluso posicionándonos en una tesitura más actual, la ausencia de elementos dentro de un ambiente puramente minimalista. También podemos considerar lujo, tanto la ubicación como las vistas que lo rodean, o el servicio y trato que dispensan.
Evidentemente, el lujo difiere mucho de una ciudad a otra, de un país a otro y de un continente a otro, así como el concepto de lo que cada uno considera el lujo en sí mismo.

Yo, si tengo que mencionar un hotel, no tendría ninguna duda, sería el Mandarín Oriental de Singapur.


Sí, ya sé que vais a decir que el lujo oriental es… como diría yo, ir un poco más allá del lujo convencional. Totalmente de acuerdo, pero éste no es el caso. Os cuento.

Llegamos a Singapur a finales de un mes de Agosto, tras un viaje de casi tres semanas por Malasia, para descansar tres o cuatro días.
Os podéis imaginar, calor mortal, mochilas al hombro y parados a la sombra de la puerta del hotel.
Un amable señor nos abre la puerta y nos acompaña a recepción, donde nos recibe una simpática señorita que nos da las llaves de la habitación reservada y las indicaciones básicas del hotel mientras se interesa por nuestro viaje. Eso sí, ambos como si en vez de mochilas fuéramos cargados con maletas de Louis Vuitton, una elegante manera de hacerte sentir un huésped especial.

Todo en el hotel está tratado con exquisita sencillez, desde los trajes del personal, pasando por la música ambiental, el arte que decora cada rincón, el comedor y las habitaciones,… no hay nada que se haya dejado al azar, incluso la discreta afabilidad de todas las persona que trabajan allí.
Está todo pensado para que uno se sienta tan cómodo como en su casa pero rodeado de un lujo totalmente natural.









El colmo de la elegancia, es cuando el último día de nuestra estancia dejamos por la mañana las mochilas en la conserjería del hotel, ya que el vuelo no salía hasta la noche; cuando llegamos a la tarde a recogerlas nos comentan que nos las han llevado a una habitación para que podamos descansar nuestras últimas horas allí. Todo un lujo ¿no creéis?



Singapur, oficialmente Republica de Singapur, es un pequeño país en una pequeña isla de cinco millones de habitantes que merece ser visitado.
Este año 2015, celebra el 50 aniversario de su independencia, con cantidad de eventos y mejorando la “experiencia Singapur” que incluye compras, pero también gastronomía, cultura, deporte y actividades en sus espacios verdes.





Hay muchos hoteles, alguno incluso declarado monumento nacional como el Raffles, pero si queréis sencillamente estar de lujo, el Mandarín Oriental Singapore, no os decepcionará.

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