Entramos en Auckland a través de la Highway 1 que cruza la ciudad verticalmente, el tiempo como ya es habitual en los ultimos días es un asco. La lluvia es constante y casi no vemos la carretera, a eso hay que sumar que esperábamos una ciudad grande pero no enorme, así que la llegada es un caos, una vez mas sin mapa en condiciones, nos movemos según nos llevan las riadas de coches que se mueven a toda velocidad cambiando constantemente de carril.
Finalmente decidimos coger un motel a las afueras y al día siguiente pensar como organizarnos, el motel es una gozada y por tener tenemos hasta hidromasaje en la habitación. Aprovecho para pegarme un baño y relajarme..... bueno esa es la intención porque: Atención niños !! no es buena idea mezclar hidromasaje y gel relajante, digamos que con los chorros el jabón sale y sale y sale. Y de repente empieza a subir por el desagüé de emergencia que hay en mitad del baño. Acabamos cubriendo el suelo de toallas para parar el jabón que sigue saliendo incluso después de apagar el agua. Relajante... apenas, divertido, cuando ha terminado, mucho, pero recordar no intentar esto en vuestras casas.
Cambiamos nuestro coqueto hotel por un hotel en el centro de la ciudad, bastante mas macarra y con unos huéspedes bastante pintorescos. Yonquis, borrachos, un tío la mar de simpático con una calavera tatuada en la cabeza y unos cuantos orientales con pinta de despistados que nos saludan constantemente. La verdad es que la ubicación es inmejorable, la vista de la habitación de la torre espectacular y el precio reventado, así que no vamos a quejarnos de los vecinos.
Empezamos a visitar Auckland dando una vuelta por el centro y aprovechamos que esta bastante despejado para subir a la Skytower, emblema de la ciudad y omnipresente en cada una de las fotos que tomes de la misma. Las vistas son bonitas y nos dan una idea del tamaño real de la ciudad, desde la bahía con las islas volcánicas que la rodean por el Este hasta las montañas también volcánicas que la delimitan por el Oeste.
Seguimos paseando sin mas por la calle principal donde un montón de gente de todas las nacionalidades entra en las tiendas a comprar o curiosear. No hay nada que nos llame especialmente la atención, excepto un enorme reloj luminoso en el que marcan lo días, horas, minutos y segundos que faltan para el mundial de Rugby del 2011 a celebrar en NZ y por el que están totalmente emocionados, también hay mucha tienda de souvenirs, unas cuantas de ropa y una librería gigante en la que puedes encontrar todos los libros que puedas imaginar y revistas editadas tanto en Australia como Inglaterra, Estados Unidos o incluso Japón.
Seguimos paseando sin mas por la calle principal donde un montón de gente de todas las nacionalidades entra en las tiendas a comprar o curiosear. No hay nada que nos llame especialmente la atención, excepto un enorme reloj luminoso en el que marcan lo días, horas, minutos y segundos que faltan para el mundial de Rugby del 2011 a celebrar en NZ y por el que están totalmente emocionados, también hay mucha tienda de souvenirs, unas cuantas de ropa y una librería gigante en la que puedes encontrar todos los libros que puedas imaginar y revistas editadas tanto en Australia como Inglaterra, Estados Unidos o incluso Japón.
Remato el día viendo por segunda vez Inception, pero esta vez en una sala Imax,donde de nuevo me impresiona mas el sonido que incluso la enorme y nítida imagen. Sigo sin tener claro si es una buena película, lo que si se es que me fascina. Ademas como extra me ponen el avance de Tron que tiene una pinta brutal en esa pantallaza.
Al día siguiente hacemos una pequeña excursión con el coche hasta Mt. Eden, un monte al Oeste de la ciudad que es un volcán durmiente, en la cima puedes encontrar una caldera llena de césped con forma de cono invertido. Las vistas del Skyline de la ciudad son impresionantes, incluso se pueden ver las islas al fondo, teniendo un primer plano de los altos edificios del centro recortados contra la bahía.
Después de bajar al centro cruzamos el famoso puente en le que la gente se dedica a practicar el Bungy, saltos controlados con cuerdas elásticas, y vemos el mismo skyline desde otra perspectiva.
Aunque el tiempo ha mejorado, todavía quedan secuelas de la tormenta y no esta del todo bien así que una de las visitas que hacemos es a un enorme centro comercial plagado de tiendas, es mas o menos como una pequeña ciudad con sus calles, sus zonas de restaurantes, ocio y demás. Muy grande pero nada nuevo que no hayamos visto antes, aunque hay que admitir que el desayuno que tomamos en The Coffee Club fue barato y excelente.
Nuestro ultimo paseo por Auckland, nos lleva a la zona de la bahía, pegamos un vistazo a la estación de ferries, nos alegramos de haber elegido un hotel con parking gratuito ya que el aparcar en el centro es un robo a mano armada, y tras un rato al borde del mar mirando la enorme marina que tiene la ciudad llena de enormes yates y veleros decidimos despedirnos tomando un elegante desayuno en el elitista barrio de Parnell, que al final no es tan elegante pero si bastante cool con un montón de tiendas de arte alojadas en casitas muy bonitas situadas en una colina con estupendas vistas.
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