Una de las excursiones obligadas desde el centro de Sydney es a uno de sus barrios llamado Bondi Beach, una playa situada al Este de la ciudad y que en los días con buen tiempo se juntan miles de personas para disfrutar del sol y la arena, también encuentras una linea de césped donde si no eres muy amigo de la arena puedes tumbarte a disfrutar de las vistas, justo entre uno y otro tienes un mural donde muchisimos graffiteros
se han dedicado a decorar con diferentes motivos, desde el gángster maloso hasta la conmemoración de una surfer ahogada en algún pais de Asia demasiado joven.
Otro de los atractivos de Bondi es su primera linea de playa llena de tiendas de ropa, heladerías, restaurantes preferentemente de comida rápida y unos cuantos clubs con pinta de pelín exclusivos. De todos estos negocios el que mas nos llama la atención es una tienda de tatuajes, en la que los clientes se tumban sobre camillas al borde del escaparate y los tatuadores hacen su trabajo sin preocuparse de los espectadores.
Si dejas Bondi y continuas al Norte te encontraras con un paisaje bastante distinto, ya que un gigante campo de golf te lleva hasta unos enormes acantilados llamados Dover Cliffs en honor a los de Inglaterra que dominan el horizonte.
El resto del camino de vuelta a la city es un recorrido a través de diferentes bahías que aprovechan sus aguas tranquilas para montar pequeñas marinas donde guardar los muchisimos barcos y yates que hay por esta zona.
En lo alto de cada colina se puede apreciar un adelanto del skyline de la ciudad con la torre, el puente y la opera como emblemas, pero acompañados de un montón de edificios que no desmerecen en absoluto.
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