Desde que llegamos a Australia nos han bombardeado con la campaña para las elecciones tanto en la television, la poca que vemos en los restaurantes, como en los periodicos, que tambien leemos mientras comemos. Y hoy es el dia, la gente se dispone a votar y decidir quien sera el proximo primer ministro del pais. Para nosotros es duro decidirnos, en una esquina tenemos por los laboristas a Tilda Swinton, y en la otra por el partido conservador a Hilario Pino y por lo visto los australianos tampoco lo tienen claro, ya que se produce el primer empate en las elecciones desde 1940. Sera necesario buscar alianzas con los verdes o con los independientes, o en el peor de los casos convocar nuevas elecciones.
Haciendo memoria, este no es el primer proceso electoral extranjero que vivimos, ya nos toco estar cerca en aquellas nefastas elecciones en las que Bush le robo por la mano la presidencia a Kerry en el 2004, o cuando Obama gano la selección por los democratas en las primarias a Hillary Clinton.
Aunque el tiempo dira si el mayor cambio que hemos presenciado en primera persona fue aquella mañana en la que nos despertamos por los ruidos de la oficina de la CNN que teniamos de vecina en La Habana, el alboroto se debia a la renuncia como lider del partido presentada por el comandante Fidel Castro. Automaticamente y aunque era de madrugada nos vestimos y bajamos para ver como reaccionaba la gente ante la noticia, conseguimos un periodico y paseamos por aquella ciudad que no acababa de creerse la noticia.
Por cierto, de nuestro dia de elecciones australiano, solo recordare a un grupo de Boy-Scouts que aprovechaban para vender perritos calientes delante del colegio electoral.
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