GLACIER AND LAKES COUNTRY, S. Island



Aunque no era la primera vez durante el tiempo que llevábamos en NZ que veíamos montañas nevadas, el llegar a Glacier Country era otra cosa.
Quizás era por la proximidad o porque el día había aclarado pero aquello era otra cosa. Enormes montes iban apareciendo a cada curva a cual mas impresionante, ademas según los rodeábamos, diferentes caras aparecían y nos hacían dudar si era el mismo monte o nos habíamos despistado. 

En una de las rectas donde nos paramos para disfrutar de la vista nos damos cuenta de que a nuestra izquierda se esta formando un perfecto arco iris. Necesitábamos ese algo que apoyara nuestra esperanza de que el tiempo iba a cambiar. Cuando viajas asumes que no siempre vas a tener un tiempo perfecto pero la suma de frío, lluvia constante y el estar con la caravana que no te permite tener esos momentos de descanso que te da un hotel, estaba empezando a hacer mella en nuestra moral y sobre todo en nuestra salud.

Y parece que aquel indicio fue cierto porque según subíamos hacia los glaciares el cielo era cada vez mas azul y la vista mas asombrosa. Cuando paramos a dormir en Franz Joseph Glacier estaba casi anocheciendo pero la luz daba un aire distinto a la vista, incluso cuando las luces de las farolas se habían encendido, la luz del atardecer permitía sacar unas ultimas fotos a las montañas nevadas recortadas contra el azulón del cielo.
No fuimos a dormir y en mitad de la noche me despiertan, me dicen que se ha ido la luz y que alguien nos esta empujando la autocaravana. Algunos borrachos molestando ? Parece que ha pasado lo que fuera que fuese y continuamos durmiendo.
A la mañana siguiente nos cuentan que el borracho que nos movió fue un terremoto de 7,2 grados en la escala Richter, y que nos dejo sin luz a nosotros y a casi la mitad de la isla sur.

Desayunamos y con cuerpo de montañero nos decidimos a visitar no uno sino dos glaciares en un mismo día.
Primero Franz Joseph en el que hacemos un pequeño walk que te lleva a un alto desde el que se disfruta del glaciar y de las montañas que rodean la lengua de hielo que baja hasta nosotros.
Como es habitual en los glaciares que hemos visitado una señal marca el punto hasta el que llegaba el hielo hace 150 años e incluso tienen alguna foto del lago que formo tras su primera retirada. Hoy no queda ni siquiera el lago, solo una colina de piedras en donde antes estuvo el hielo.
De ahí nos vamos a Fox Glacier pero en vez de dirigirnos directamente al glaciar nos alejamos un poco y nos acercamos al lago Matheson. Recorremos el camino que lo rodea y sacamos unas fotos espectaculares del glaciar, aunque hay algo de viento la imagen de las montañas reflejadas en el lago se aprecia perfectamente. 
No solo vemos el glaciar sino tambien los montes de alrededor, entre ellos el Monte Cook, el mas alto de Nueva Zelanda y de todo Austral-Asia. El día es perfecto, el cielo azul, una temperatura bastante agradable y un silencio solo roto por los continuos vuelos de avionetas y helicópteros que sobrevuelan los glaciares y el Monte Cook. 
Según va pasando el tiempo el cielo se va cubriendo poco a poco de nubes y la perfecta vista de los picos va desapareciendo, así que apretamos la marcha terminamos el loop y nos acercamos a Fox Glacier, el recorrido es igual de corto que en el otro glaciar pero al estar el aparcamiento mas cercano, te da una visión menos amplia pero mas directa del hielo y de las diferentes formas que adopta.
Salimos de la zona de Glacier Country y nos alejamos poco a poco de los Alpes del Sur por una carretera solitaria en la que solo nos cruzamos con alguna otra autocaravana y un coche de policía que va como un loco, las montañas van desapareciendo pero hasta por el retrovisor se ven increíbles.
Cuando llegamos de nuevo a la costa, parece que esta de envidia con las montañas y nos deja un espectáculo precioso de olas frente a los islotes y acantilados próximos a Haast. A continuación nos espera un nuevo puerto en el que la carretera va en todo momento acompañada por un rio, que en algunos puntos forma unos rápidos considerables, también nos encontramos alguna catarata.


Finalmente aparece el primero de los inmensos lagos que componen Lakes Country, es Lake Haiwea y mientras vamos bordeando una de las orillas, en la otra vemos una nueva cordillera de montes nevados que caen prácticamente hasta el agua, así que las continuas áreas de picnic nos permiten parar unas mil veces para descansar contemplando la vista. Aunque el primero se mantiene mas tiempo a nuestro lado el segundo en aparecer Lake Wanaka es igual de espectacular y al acceder a el desde una posición elevada mejora la vista de sus aguas azul oscuro contrastando con el blanco de los montes que los rodean.

Finalmente llegamos a Wanaka tras un día perfecto en el que el tiempo nos ha respetado permitiéndonos tener el mejor recuerdo posible de esta zona de la costa Oeste de Nueva Zelanda.

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