LITCHFIELD NATIONAL PARK, NT

El acceso al parque es a través de una carretera pavimentada, además como pone en el salpicadero del coche, las demás las tenemos vetadas. Enseguida empiezan a aparecer termiteros a ambos lados del camino, y no es de extrañar que el primer punto de visita sea Termite Magnetic Mounds, una parada en la que que sorprende  el tamaño de los termiteros, su cantidad y como están perfectamente alineados según los campos magnéticos de la tierra.













Seguimos adelante y hacemos una pequeña parada en Florence Falls para hacer un par de fotos, esta lleno de gente y los carteles indican que cuando no haya sitio para aparcar te des una vuelta y vuelvas mas tarde.


La siguiente catarata, que hay que reconocer son la base de este parque es Tolmer Falls, hay un pequeño paseo de 10 minutos desde donde paras hasta el mirador y uno mas largo si quieres dar la vuelta hasta la parte de arriba de la catarata, hacemos el corto porque somos un poco zánganos y es tarde y queremos ir hasta el final del parque. La vista es preciosa, con una gran caída vertical desde el mirador y con vistas a todo el parque, la roca deja escapar poca agua ya que estamos en la estación seca, pero aun y todo merece la pena.
La ultima parada es en Wangi Falls, habitualmente dejan bañarse pero ahora no, por la temporada. Dicen que hay riesgo de encontrar cocodrilos y tienen puesta una valla, por si alguno dice no haber visto los carteles, hay un sendero que lleva al mirador desde donde se ven las dos caídas paralelas de agua, no tienen mucho caudal, pero el lago que se forma es paradisiaco, lastima de cocos....

El ruido que pensamos hacen los pájaros es insoportable, y decidimos irnos, ya que entre eso y los insectos no se puede estar. Un segundo después vemos algo volar y creemos es uno de los ruidosos pájaros invisibles, pues no, es un enorme murciélago de aproximadamente metro y medio de envergadura. Miramos a las copas de los arboles y esta lleno, plagado de cientos de ellos. Se mueven entre las ramas, se envuelven con las alas, se pelean, pero sobre todo gritan y gritan. Algún salvaje, italiano para mas señas, agita los arboles y algunos se ponen a volar, y la verdad es que acojona, es todavía de día pero creo que es mejor irse de aquí. Leemos después que es una inusual colonia de zorros voladores, así les llaman.

A la vuelta las pools de Florence Falls están despejadas, esta atardeciendo y los tours se han ido, también aquellos que pretender llegar a Darwin o Katherine a dormir. Me pego un baño que sabe a gloria, la poza solo para mi, el agua fresca pero después de un día largo hasta se agradece el frío.



Un rato dentro y salimos, solo quedan dos coches aparte del nuestro, hora de salir del parque, pero según conducimos y tras haber visto lo que creíamos un pequeño canguro saltando a lo lejos, nos encontramos a pocos metros de un nuevo amigo, se llama Wallaby y tiene mas curiosidad casi que nosotros, se nos queda mirando sin moverse, pero alerta. Se deja querer pero en cuanto salimos del coche, pega tres botes y desaparece.




















Ese encuentro y el anochecer totalmente rosa con el que nos despide el parque nos deja un buen sabor de boca, pequeño pero concentrado este Litchfield..

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