Así que seguimos adelante rápido pero los kilómetros nos pasan, entra el sueño, ahora entiendo esa campaña del gobierno australiano en la que da café gratis a los conductores siempre que se lo tome en el establecimiento, si no paras acabas muerto del aburrimiento o en algún accidente. Paramos en Pine Creek a ver un museo en la calle con utensilios que se utilizan en las minas, es curioso sin mas, también esta la vieja estación ya en desuso, un viejo tren, un vagón suelto y una Roadhouse llamada El Lagarto Perezoso.
El camino se repite, el asfalto gris se mezcla con la hierba amarilla y la maleza que crece a pocos metros de la carretera, los arboles están pelados en la base y en la copa unas cuantas ramas secas no alegran el tema. Algunos cuervos intentan despedazar un cadáver de algún animal con la ayuda de un águila, todo sea por sobrevivir en esta tierra árida.
Quizás sea todo por la época en la que estamos, la temporada seca. Según hemos leído, después de la temporada de lluvias, durante la que se inunda todo, la tierra cobra vida y todo se cubre de flores, puede ser, pero lo que es ahora, cualquier tipo de color hay que buscarlo con lupa.
Quizás sea todo por la época en la que estamos, la temporada seca. Según hemos leído, después de la temporada de lluvias, durante la que se inunda todo, la tierra cobra vida y todo se cubre de flores, puede ser, pero lo que es ahora, cualquier tipo de color hay que buscarlo con lupa.
Pasamos de largo las Edith Falls, ya que desde la carretera principal están a unos 20 kilómetros y ya lo único que queremos es llegar a destino.
Al final aparece el saludo de entrada de la ciudad y un puesto de información con anuncios de negocios locales, ya solo falta encontrar Motel y prueba conseguida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario